Otoño del año 2007, llego a Camboya como una turista más y descubro sus colores, el sonido del río Mekong, las aguas vivas del Tonlé Sap, la magia de una arquitectura milenaria, un pasado más reciente con el nombre de una guerra civil y el periodo de los jemeres rojos. Los sentidos se llenan, se inundan, y cuando sus gentes, capitaneadas por una infancia abandonada a su suerte llegan a mí, ya no puedo apartarles, me quedo impregnada de ellos para siempre.
En el año 2008 regreso como voluntaria y trabajo en 3 organizaciones con niños que inspirarían a cualquier emperador en la creación de un reino para ellos. Yo no soy una emperatriz, tan sólo una mujer emprendedora, que a finales de ese año decido que no voy a mirar hacia otro lado nunca más cuando algo me duela en los ojos, que no voy a evitar mirar la realidad de frente. Mi vida ya no vuelve a ser la de antes.
JUNTOS POR CAMBOYA nace para que todas aquellas personas de bien, con la fuerza del deseo de ayudar al prójimo, tengan la vía para hacerlo dentro de un marco legal, seguro y perdurable.
Me llamo Lidia Linde Ginesta, nací en España y vivo con pasión todo aquello en lo que creo. Ahora confío que mucha gente unida, todos juntos, podamos ayudar a quienes tanto lo necesitan.
JUNTOS POR CAMBOYA-JPC colabora directamente con TOGETHER FOR CAMBODIA-TFC, teniendo ambas en común a su presidente, Lidia.
El Reino de Camboya se encuentra entre los países en vias de desarrollo, aunque ha experimentado un crecimiento económico positivo entre 1999 y 2019. Duros años de guerras, conflictos y violencia generalizados entre 1970 y 1989 destruyeron las infraestructuras, la sociedad y el progreso de una nación que fue conocida como la Francia del Sudeste Asiático. En Camboya la escolarización no es obligatoria, los niños trabajan en campos de arroz, recogiendo basura, vendiendo cualquier utensilio que les permita llevar unos pocos riales a casa…
La brecha entre una minoría que acapara las riquezas del país y una mayoría desposeída, crece, especialmente en las zonas rurales. Marginación, carencia de recursos para educación y salud, hacen que especialmente niños, jóvenes y mujeres se vean sometidos a situaciones de injusticia, hambre, mendicidad, abuso infantil, prostitución, epidemias y enfermedades de transmisión sexual. La malaria, el sida, las minas antipersona, mutilan a una población con una media de edad de 29 años.
En las ciudades hay comunidades sin electricidad, ni agua corriente, carecen de higiene; animales, arrozales e individuos se solapan en una imagen bella y estremecedora.
A Camboya la falta una generación entera de adultos formados, que fueron aniquilados por un régimen del terror.
Nuestra sede está en Siem Reap, rodeada de templos milenarios, de turistas de todas las nacionalidades y de familias locales muy vulnerables que, o bien abandonan a sus hijos o bien son huérfanos mal viviendo a su suerte. Ayúdame a romper círculos en la pobreza. Participarás en diferentes proyectos ya establecidos y por establecer, de los que te mantendré informado. En las secciones siguientes tienes ocasión de conocernos más de cerca.
Estas páginas son también un homenaje a nuestros benefactores, ya que sin su ayuda, no sería posible. GRACIAS. Muchas Gracias.
JPC / JUNTOS POR CAMBOYA
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